sábado, 5 de septiembre de 2009

Hemos viajado en el tiempo I

No hace falta un vuelo low-cost para viajar en el tiempo. Quien tiene el espíritu aventurero viaja de muchas formas, también con la mente.

En el trayecto final del río Ebro, entre Mequinenza y el Delta del Ebro se desangraron unas cuantas  generaciones de jóvenes en la Guerra Civil Española. Una buena alternativa a un gran viaje puede ser viajar a los recuerdos de la memoria histórica.


Cógete un vuelo hasta el aeropuerto de Reus, ven en el AVE o viaja en coche hasta Gandesa, visita los pueblos de la zona: La Fatarella, Gandesa, Miravet, Corbera d'Ebre, El Pinell de Brai...

Recorre los escenarios de destrucción en las Serres de Pàndols i Cavalls, trincheras, refugios, el Centre d'Estudis de la Batalla de l'Ebre... y estremécete viajando en el tiempo, 71 años atrás, con las personas que vivieron esos terribles momentos.

Cuando encuentres las primeras latas de comida, todavía sobre el terreno, entenderás lo que te explicamos.  La imaginación no para, te abandonas en el entorno y viajas hasta aquellos meses estivales del 38. Sientes los olores a plantas aromáticas, algún matiz a pólvora, hueles el polvo que reposa en las trincheras mientras pisas el terreno que sufrió los peores bombardeos de toda la historia de la Península Ibérica, comparable con las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial. Tal vez, solo tal vez, debajo reposen los restos de uno de aquellos jóvenes que perdieron su vida.


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